ENÓLOGO
AURELIO GARCÍA
Originario del, pequeño y rodeado de viñedos, pueblo conquense La Alberca de Záncara, Aurelio García tiene una relación vocacional con el vino.
Mientras su formación se dirigía hacia otros mundos, la pasión de Aurelio le atraía hacia el vino.
Una vez acabada la licenciatura de Ciencias Químicas, se especializó en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Ahí descubrió que se podía dedicar y ganarse la vida con aquello que le estaba enamorando, rechazó a una plaza fija como profesor y comenzó a trabajar de mozo en bodegas locales en la provincia de Cuenca.
Esa pasión se transformó en crecimiento profesional en tiempo meteórico y enseguida pasó a ser el enólogo jefe de la histórica bodega de Valquejigoso, Madrid. Allí lleva más de 15 años, en los que ha viajado por todo el mundo, aprendiendo e invirtiendo en las últimas técnicas en viñedos y bodega.
Este aprendizaje adquirido llamó la atención de varios proyectos nacionales e internacionales, que le contrataron como asesor vinícola en bodegas como Santa Elena y Origen (en Méjico), El Lagar de Isilla (Ribera del Duero), Huerta de Carabaña (Madrid).
Su rápido crecimiento y progreso profesional siempre vino acompañado por la irremediable inquietud de dar vida a sus propios proyectos personales. Así llegó Mikaela Rubio, una bodega propia abierta junto a su mujer y compañera de vida.
Después de varios años compaginando todos estos trabajos, se cruzó en su camino el proyecto de Aural, encajando de pleno con su filosofía y manera de entender el vino.
Aurelio García está obsesionado con la precisión en los vinos y en encerrar dentro de cada botella el carácter de la viña. Cómo fueron las condiciones climáticas de una añada, que características especiales tiene una variedad, qué detalles únicos hay en el suelo, etc…Para alcanzar esta precisión hay que trabajar la viña desde un modo muy especial, teniendo interacción con el viñedo, que lo haga más fuerte y sea capaz de resistir una ola de calor, una primavera muy lluviosa o el riesgo a enfermedades fúngicas. Una vez tratada la viña de esta manera tan natural el trabajo en bodega solo tiene que acompañar el proceso de la uva sin mucha intervención. La uva tiene todos los parámetros equilibrados y así se consigue ese vino tan preciso. Después de varios años compaginando todos estos trabajos, se cruzó en su camino el proyecto de Aural, encajando de pleno con su filosofía y manera de entender el vino.
Esa pasión se transformó en crecimiento profesional en tiempo meteórico y enseguida pasó a ser el enólogo jefe de la histórica bodega de Valquejigoso, Madrid. Allí lleva más de 15 años, en los que ha viajado por todo el mundo, aprendiendo e invirtiendo en las últimas técnicas en viñedos y bodega.
Este aprendizaje adquirido llamó la atención de varios proyectos nacionales e internacionales, que le contrataron como asesor vinícola en bodegas como Santa Elena y Origen (en Méjico), El Lagar de Isilla (Ribera del Duero), Huerta de Carabaña (Madrid).
Su rápido crecimiento y progreso profesional siempre vino acompañado por la irremediable inquietud de dar vida a sus propios proyectos personales. Así llegó Mikaela Rubio, una bodega propia abierta junto a su mujer y compañera de vida.
Después de varios años compaginando todos estos trabajos, se cruzó en su camino el proyecto de Aural, encajando de pleno con su filosofía y manera de entender el vino.
Aurelio García está obsesionado con la precisión en los vinos y en encerrar dentro de cada botella el carácter de la viña. Cómo fueron las condiciones climáticas de una añada, que características especiales tiene una variedad, qué detalles únicos hay en el suelo, etc…Para alcanzar esta precisión hay que trabajar la viña desde un modo muy especial, teniendo interacción con el viñedo, que lo haga más fuerte y sea capaz de resistir una ola de calor, una primavera muy lluviosa o el riesgo a enfermedades fúngicas. Una vez tratada la viña de esta manera tan natural el trabajo en bodega solo tiene que acompañar el proceso de la uva sin mucha intervención. La uva tiene todos los parámetros equilibrados y así se consigue ese vino tan preciso. Después de varios años compaginando todos estos trabajos, se cruzó en su camino el proyecto de Aural, encajando de pleno con su filosofía y manera de entender el vino.